Necesidad social de este proyecto

En general, cuando se habla de “devolver a la sociedad” se refiere a algo que las personas tenemos que dar a la sociedad después de un tiempo y de unas circunstancias determinadas. En el caso de nuestro proyecto, esto es diferente: dado que el público al cual nos dirigimos, son las abuelas y los abuelos, quienes por edad y circunstancia, creemos que les toca -después de toda una vida-, recibir.

Los abuelos siempre han estado y están. Son un pilar de las familias, y también de la sociedad. Como siempre están, en sus casas, en la calle, en el mercado, en los autobuses, o en los parques, damos por hecho, su existencia. Son un pilar de esta económica actual de España, que creemos que la sociedad no les valora, no les agradece suficiente por todo lo que han hecho y todavía hacen. Y más en estos momentos. La generación actual de abuelos y abuelas, ha trabajado toda su vida laboral, ha criado a hijos/as y ahora que sería el momento de que disfruten de la última etapa de su vida, debido a la crisis económica, 8 de cada 10 abuelos están cargados con responsabilidades, agobios (y también, por qué no decirlo: alegrías). Muchos, desde el 2010, dejan de hacer sus planes por mantener económicamente a las familias de sus hijos y cuidar a los nietos/as.

Analicemos los datos

• En España el 18, 5 % de la población es mayor de 60 años. 
• Muchos son abuelos y abuelas. 
• Más de un 50% de los abuelos/as cuidan a sus nietos casi todos los días. 
• El 22% cuida diariamente a nietos más de 7 horas. 
• El 45% cuida a los nietos casi todas las semanas. 
• El 37% tiene contacto diario con los nietos.
• Desde 2010 con la crisis económica.
• 20% de los jubilados y jubiladas ayudan a mantener los hogares de sus hijos y nietos.
• 8 de cada 10 abuelos/as ayudan en estos momentos económicamente y de otras maneras a los hogares de sus hijos/as.

Conclusión

La relación con los nietos ha cambiado. Esta situación genera disfrute y también estrés por parte de los abuelos y abuelas. ¿Cuidamos de ellos mientras cuidan a nuestros hijos?